Nicaragua, ubicada en el corazón de América, es el destino ideal para quienes buscan algo realmente diferente.
Dos mares, decenas de espectaculares volcanes, enormes lagos, mágicas lagunas, fabulosos ríos, cientos de especies de animales y plantas, pueblos coloniales, tesoros arqueológicos, maravillas naturales, cuna de hombres brillantes, música alegre, noches intensas, deliciosas gastronomías y un largo etcétera de motivos que sumados a la calidez de su gente harán enamorar de esta tierra a quienes la visiten.
Su población es de aproximadamente 5,600,000 habitantes; con una extensión de 130,668 km2 es el país con mayor extensión territorial en Centro América.
9,240 km2 de su territorio están cubiertos por lagos y lagunas de agua dulce, de los cuales el lago de Nicaragua ocupa 8,000 km2 aproximadamente. El lago de Managua ocupa aproximadamente 1,000 km2 y el resto son lagunas cratéricas de volcanes que entraron en inactividad hace varios miles de años.
Hacia el centro y norte del país, la altura causada por las elevaciones montañosas permite disfrutar de un clima más fresco y húmedo. Del centro del país hasta el Caribe, predomina un clima de selva tropical húmedo, cálido y con precipitaciones frecuentes. Nicaragua comparte el uso horario de la zona central de Estados Unidos (-6h GMT). No hay ajuste de horario entre invierno y verano.
A lo largo de la costa del Pacífico hay una cadena de fantásticas playas. En algunas de ellas, las olas y las corrientes pueden ser muy fuertes. En el sur se encuentra el puerto de San Juan del Sur, una de las playas más bellas del país, donde se puede pescar, bucear, navegar o hacer vela.
Nicaragua tiene una variada naturaleza. Valles calientes, frondosos bosques selváticos y montañas se entrelazan con extensas llanuras y frescas mesetas. Una de las experiencias más hermosas es el encuentro con la naturaleza en la Isla de Ometepe, la isla lacustre más grande del mundo